Nicaragua está lleno de lugares espectaculares. Véase las ciudades coloniales de León y Granada, las playas de San Juan del Sur, las exuberantes islas del Maíz, las fincas cafeteras de Matagalpa, o los trece conos volcánicos nicas. Son tantos y tantos los tesoros que encierra este pequeño país centroamericano que resulta difícil quedarse con un único sitio. No obstante, en medio del gran lago Cocibolca, la mayor masa de agua interior del país, se localiza Ometepe, una isla que condensa toda la esencia nicaragüense en sus 276 km².
Volcanes, selva, lagunas, cascadas, manantiales, bosques lluviosos, playas, mar, cultura, pueblos y tradiciones. Todo esto es Ometepe. La llamada isla de los “dos cerros” en lengua náhuatl, emerge espectacular del mayor mar de agua dulce de Centroamérica describiendo un perfil en forma de ocho coronado en sus extremos por dos grandes volcanes: el Maderas y el Concepción. Declarada Reserva Mundial de la Biosfera, esta maravilla de la naturaleza merece ser visitada con pausa y sin dejar de ver ninguno de los imprescindibles que os sugerimos a continuación.
Volcán Concepción
Con sus 1.610 metros, el Concepción es el volcán más alto de la isla y el cono más perfecto de los trece volcanes que deja el Cinturón de Fuego del Pacífico a su paso por Nicaragua. Considerado el volcán más peligroso del país (con un nivel de peligrosidad 12), el aspecto desnudo de vegetación de la mitad superior de su cono se debe a las frecuentes erupciones de ceniza. La ascensión hasta su cumbre es una excursión muy popular entre los viajeros. Subir y bajar lleva de 8 a 12 horas, no obstante es una ascensión que requiere estar en forma por su dureza, ya que el camino está muy empinado y el terreno pedregoso lo convierte en una senda resbaladiza que requiere un sobreesfuerzo.
Volcán Maderas
El Maderas es, con sus 1.394 metros, el volcán ‘amable’ de la isla. Su ascensión es menos exigente que en el caso del Concepción y se lleva a cabo a través de un bosque lluvioso de suelo arcilloso que con la humedad se convierte en autentica pista de patinaje. Esa es la dificultad de este volcán: mantener el equilibrio. Lo normal, en especial en el descenso, es pegarse algún ‘talegazo’ y regresar de la excursión lleno de barro. La subida más común da comienzo en Finca Magdalena, cerca de Balgüe, y requiere un total de 6 a 8 horas. El premio está en el interior del cráter, donde se ubica una laguna pantanosa de aguas frías que suele presentar una densa neblina. En la cara opuesta del cráter se encuentra la cascada de San Ramón, uno de los atractivos más importantes del Maderas.
Ojo de Agua
A parte de sus dos grandes volcanes, Ometepe esconde otros muchos lugares mágicos por descubrir. Ojo de Agua es uno de ellos. Esta piscina termal, de aguas refrescantes y cristalinas, se ha convertido en uno de los lugares favoritos para relajarse entre los ometepeños. Los monos de carablanca, las garzas, chocoyos y urracas, son algunas de las especies que se pueden encontrar en este idílico estanque ajardinado al que los viajeros acuden para recargar energía tras un duro día de caminatas por volcanes o rutas en bicicleta.
Charco Verde
Al sur del volcán Concepción y muy próximo al pueblo de San José del Sur, se localiza esta hermosa y enigmática laguna. Enmarcada dentro de una reserva ecológica de 20 hectáreas, Charco Verde está formada sobre el cráter de un viejo volcán cuyos márgenes han sido pobladas por abundantes arboles y algas que la confieren ese particular color verdoso. El paraje es además rico en fauna habiendo tortugas, lagartos y numerosas especies de peces y aves acuáticas, además, cuenta en sus alrededores con unas extraordinarias playas de arena negra aptas para el baño. Rodear la laguna a pie lleva una hora de caminata; no obstante, existe la posibilidad de alquilar kayaks en el hotel Charco Verde para remar por el lago o ir hasta la isla Quiste, en mar abierto.
Moyogalpa
Con sus cerca de 5.000 habitantes, es el principal núcleo urbano de la isla y la puerta de entrada desde San Jorge,
en la parte continental del país. Situada al oeste del volcán Concepción, se trata de un pueblo pequeño y de vida pausada en el que la mayor parte de su actividad se concentra en su calle principal. Cuenta con numerosos hospedajes, restaurantes y agencias que organizan la ascensión al Concepción.
Altagracia
Astagalpa, como los indígenas Nahuatl la llamaban, fue la capital de la isla en tiempos pre-colombinos. En la actualidad es la segunda ciudad en población tras Moyogalpa, aunque abarca un área de extensión mucho mayor que ésta, concentrando casi la mitad de los 40.000 habitantes de isla. Asimismo su importancia también radica en ser el punto de embarque para Granada y San Carlos, ciudades de paso casi obligado en cualquier recorrido por Nicaragua. El pueblo en sí desprende un sabor más auténtico que Moyogalpa y cuenta con más puntos de interés, como son: una iglesia de 1924, un parque de esculturas de arte pre-colombino y el museo de Ometepe, de etnografía y arqueología.
Otros lugares de interés
LOS PETROGLIFOS. Ometepe es un gigantesco centro cultural indígena lleno de cerámica y petroglifos que, para contemplarlos, implicaría varios días. Están a la intemperie, repartidos por todas partes: a orillas de caminos, del lago, en zonas altas del volcán Maderas y en terrenos planos alrededor del volcán Concepción. Se desconoce con exactitud de que fecha datan.
CASCADA DE SAN RAMÓN. Situada en la pared sur del volcán Maderas, a tres kilómetros de la aldea de San Ramon, se localiza este espectacular salto de agua de 180 metros.
PLAYA DE SANTO DOMINGO. Esta playa de arena se extiende a lo largo de cuatro kilómetros en la parte noreste de la isla. Sus aguas son poco profundas, cálidas y aptas para el baño.
RÍO ISTIÁN. Localizado en el itsmo que une el volcán Maderas y el Concepción, este río pantanoso es un santuario para aves residentes o migratorias. Se puede recorrer en kayak, ofreciendo un recorrido salvaje entre plantas acuáticas de todo tipo.
Texto: Carlos de Alba
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