PAÍSES NÓRDICOS

A medio camino entre Escocia, Noruega e Islandia, emerge un paraíso insular de montañas tapizadas de verde, acantilados, cascadas, fiordos, aves y ovejas.  Tan desconocidas como hermosas, las 18 idílicas islas que forman Feroe son uno de los secretos mejor guardados de Europa. En el post de hoy, tratamos de aproximarnos al pueblo feroés a través del testimonio de cinco de los poco menos de 50.000 habitantes que pueblan este milagro del Atlántico Norte. Desmontamos a un feroés en cuatro preguntas:

1.) ¿Cuál es tu lugar favorito de Feroe?
2.) ¿Cuál es tu comida o plato favorito de las islas?
3.) ¿Cómo definirías el carácter de los feroeses?
4.) ¿Cómo es la vida durante el invierno…, y durante el verano?
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Sissal Kristiansen, diseñadora de ropa (Shisha Brand)
“Koltur es una isla que me tiene hechizada”

1.) Mi isla favorita es Koltur, ante todo me gusta admirarla desde la lejanía rodeada de naturaleza. Desde Norðadalur y sus alrededores la vista de esta isla es especialmente hermosa. No importa que sea invierno o verano, que este tapizada de verde o cubierta de blanco, Koltur es un lugar que me tiene hechizada. Mi otro sitio preferido de Feroe es la bahía de Saksun , un paisaje que apabulla por la majestuosidad de sus montañas. En este lugar cualquier ser humano se siente pequeño frente a la naturaleza.
2.) El ræst kjøt (cordero fermentado), está es la mejor especialidad para los meses de invierno. No obstante, el pescado seco también es una deliciosa comida para tomar en un día de campo durante los meses de estío.
3.) Creo que los feroeses somos un poco tímidos, reservados y modestos. Sin embargo, somos gente honesta, trabajadora y hábil. Cualquiera que visite las islas no debe dudar en hablar con los locales, puesto que van a ser muy amables y serviciales, algunos querrán saber más del forastero para hacerle sentir como en casa.
4.) La principal diferencia entre ambas estaciones es la duración del día. Es verdad que el clima es más cálido y soleado en verano, frente a los inviernos más fríos y ventosos. No obstante, el contraste de horas de luz es tan grande entre una época y otra que hace que uno se sienta atraído por este fenómeno. En verano, los días son tan largos que parece que uno tenga tiempo para hacer todo lo que le gusta, se puede ir de viaje a las diez de la noche que la iluminación será la misma que a las cuatro de la tarde. Por el contrario, en invierno se tiene la sensación de tener que hacer todo en las escasas horas de luz que hay.
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Gutti Winther, chef y presentador del programa de cocina The Nordic Pantry (www.thenordicpantry.com)
“Las principales fuentes de proteína en Feroe son la oveja, la ballena, los pájaros y el pescado”

1.) Cada una de las 18 islas es extraordinaria en sí misma, en mi caso he disfrutado de todas y cada una de ellas. Si tuviera que elegir una me quedaría con Sandoy, una isla tranquila y apacible que me recuerda a mi infancia. Mi abuelo construyó una cabaña junto a un lago, teníamos un pequeño bote con el que solía remar con él, pasé cientos de horas en Sandoy pescando con mi caña en los pequeños lagos, entre misteriosas montañas y suaves dunas de arena. Aún recuerdo el sabor de las truchas que cogíamos acompañados de los alimentos del granjero local y hierbas salvajes.
2.) Las principales fuentes de proteína en Feroe son: oveja, ballena, pájaros y pescado. La calidad es insuperable, sobre todo gracias al ræst, un método de conservación único. Sin embargo, la verdadera delicia de esta época del año es el marisco. Debido a nuestro particular clima, los mejillones (Mytilus edulis) crecen muy rápido, obteniendo un sabor dulce, complejo y profundo, que les hace incomparables con cualquier otro tipo de mejillón. Calzarse unas botas de goma, introducirse en las frías aguas del Atlántico Norte, recoger suficientes kræklingar (mejillones), encender un fuego, y cocinar éstos al vapor con un puñado de algas y ginebra local. Esta es la autentica cocina feroesa para mí.
3.) Los feroeses nos hemos adaptado muy bien al medio natural, somos una sociedad moderna que todavía vive por y para la naturaleza. Hemos sabido conservar nuestras antiguas tradiciones adaptándolas a los tiempos modernos. Tenemos un estilo de mi vida muy particular que se refleja en muchos ámbitos: música, pintura , moda , arquitectura , comida, etcétera. El visitante encontrará gente amable, abierta y humilde. Un buen modo de romper el hielo es hacer referencia a un tema recurrente: el tiempo.
4.) Hay un dicho popular muy acertado que dice que en Feroe se pueden tener las cuatro estaciones en un solo día. La climatología está cambiando de forma continua y tiene un impacto muy importante en la vida diaria. No esperes tener los horarios de otros países, estamos en medio de la nada expuestos al antojadizo clima del océano. No obstante, esta es la belleza de la mente feroesa: cambiante y adaptativa. En invierno, el oleaje puede ser enorme y el paisaje cambia por completo respecto a la época estival: la virulencia de los ríos y los fuertes vientos contrasta con la tranquilidad que se aprecia en las nevadas cumbres feroesas. Por su parte, en el verano casi nunca se pone, la luz cambia, hay una paleta de verdes. En definitiva, una experiencia difícil de olvidar.
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Pól Sundsgarð, uno de los pioneros en alcanzar todas las cumbres de las islas Feroe
“La distancia entre el “más grande” y el “más pequeño” en la sociedad feroesa es corta”

1.) Me encanta andar por las montañas, por lo que no es casualidad que mi lugar favorito de las Feroe sea un punto concreto de un sendero (entre los pueblos de Tjørnuvík y Saksun). Caminar por allí hace que mi mente se desconecte y el tiempo se detenga, así logro contactar con algo muy profundo de mi interior. Allí me siento una persona completa.
2.) El frailecillo (puffin) con relleno de temporada y patatas feroesas. Esta es una versión moderna de un plato tradicional feroés consistente en carne de puffin relleno de masa.
3.) La distancia entre el “más grande” y el “más pequeño” en la sociedad feroesa es corta. Esto significa que la gente se debe adaptar a sus vecinos y ser considerado con ellos. La gente de las islas es muy hospitalaria y generosa, aunque a primera vista podamos parecer reservados y tímidos.
4.) La vida es oscura durante el invierno y de días largos en el verano. Nos pasamos muchísimo tiempo hablando del tiempo. Los eternos días de la época estival son fabulosos para realizar caminatas por las montañas de Feroe.
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Greta Svabo Bech, músico profesional
“Las auroras boreales son una experiencia inolvidable en invierno”

1.) Uno de mis lugares favoritos es el remoto pueblecito de Saksun. Recuerdo de ir muchos veranos cuando era niña a la casa de mi tío y salir a pescar por primera vez. Todavía creo que es un lugar de una belleza espectacular.
2.) Mi plato feroés preferido desde que era niña ha sido el blóðpyls. Técnicamente es parecido al British Black pudding, pero con una variedad de cordero y azúcar añadido.
3.) Vágar, mi isla, tiene muy poca población. La gente es muy curiosa, interesada, amigable, y les encantan los cotilleos. También son muy conocidos por su gran habilidad para hornear pasteles (puedo dar fé).
4.) Una de las cosas que más me gusta de las Islas Feroe es que debido a que existen tales condiciones meteorológicas extremas, los paisajes se alteran a diario. El invierno puede ser tormentoso, oscuro y difícil, pero hay días en que la luz puede ser verdaderamente mágica. Cielos teñidos de rosa, azul, púrpura, rojo y amarillo ha sido algo regular durante este invierno, con las montañas nevadas como telón de fondo. Además, las auroras boreales son una experiencia increíble en esta época del año, si tienes la suerte de verlas. En verano, algunas personas se convierten en versiones exageradas de sí mismos : la luz dura muchas horas, y de repente la gente tiene toda la energía que no utilizó durante el invierno. Todo el mundo sale a jugar.
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Levi Hanssen, futbolista internacional con la selección absoluta
“Los feroeses somos tranquilos, modestos y con los pies en la tierra”

1.) Mi lugar preferido es Gasadalur , un pueblecito en el que apenas viven diez personas . En verano, paso una semana con mi familia en una vieja casa de techo de hierba. Aunque el pueblo es pequeño, las montañas que le rodean son majestuosas. La semana en este tranquilo lugar es uno de los momentos más memorables de mi verano.
2.) Soy fan de todos los platos tradicionales feroeses, desde el havhest (petrel) a el ræst kjøt (cordero fermentado).
3.) Un feroés típico es tranquilo, modesto, con los pies en la tierra y sin grandes pretensiones. Somos gente generosa, hospitalaria y que nos gusta tomarnos las cosas como vienen, normalmente con mucha calma. “Si no es hoy, mañana”, es un lema que nos define muy bien.
4.) Las diferentes estaciones tienen un gran impacto en la vida diaria de los feroeses. Durante el invierno, cuando los días son cortos, la gente suele quedarse en casa. En verano, algunos días alcanzan las 22 horas, el archipiélago recobra su vida y todo el mundo quiere estar en la calle.

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